A la mayoría de dentistas no se les enseña cómo presentar y explicar un presupuesto. Además, no tienen ni las herramientas ni los recursos para enseñar a otro miembro del equipo a hacerlo. Nadie os ha explicado ni enseñado cómo hacer la presentación de presupuestos de manera elegante, inteligente o estratégica.

Así que lo que pasa en clínica, es que la persona que tiene que presentar el presupuesto, crea su propia manera de hacerlo. Haciendo lo mejor que puede, como el resto de nosotros.

Y tal vez te quedes pensando. ¿Por qué algunas personas aceptan los presupuestos que presenta y otras no? ¿Existe una forma «correcta» de presentarlos a un paciente? O peor aún, ¿estoy cometiendo errores con algunas de las presentaciones que hago?

Porque hay varios errores que puedes cometer en la presentación de presupuestos. Y no son necesariamente obvios. Pero pueden marcar una gran diferencia para sus pacientes y su salud bucal.

Así que echa un vistazo a estos errores de presentación de presupuestos:

 

1- No comprender el proceso de toma de decisiones del paciente

Si no comprendes el proceso de toma de decisiones del paciente, corres el riesgo de perderlo en el primer obstáculo. Debes comprender este proceso.

Cada uno de nosotros sigue un proceso para tomar una decisión de aceptar o no un presupuesto. Pasamos de estar seguros de que todo está bien, a darnos cuenta de que hay un problema.

A partir de ahí, decidimos si abordaremos el problema o no. Buscamos información y evaluamos nuestras opciones, y decidimos aceptar el presupuesto en tu clínica dental.

 

2- No diagnosticar de manera integral

Hay muchas razones por las que los dentistas no diagnostican de manera integral, pero la mayoría se reduce al miedo.

Tememos que el paciente no pueda pagar ciertas opciones de tratamiento, o que nos vean como codiciosos. Tememos perder la confianza o la lealtad de los pacientes, o que el paciente no complete el tratamiento.

Para realizar un diagnóstico integral, debemos dejar de lado estos miedos y brindar información y opciones a nuestros pacientes.

 

3- No pedirle al paciente que tome una decisión

En algún momento durante la presentación del presupuesto, necesitamos pedirle al paciente que tome una decisión y muchos dentistas no la solicitan.

Lo evitan. Se sienten incómodos y encuentran el proceso desagradable. Entonces el paciente queda colgando.

Por lo tanto, debes encontrar una manera de solicitarle al paciente que decida aceptar el presupuesto y por tanto nos acepte como su clínica dental, para el beneficio del paciente y el beneficio de tu clínica dental.

 

4- Preguntar demasiado rápido

Muchos dentistas cometen el error de solicitar la decisión del paciente demasiado rápido, lo que nuevamente interrumpe el proceso de aceptación de presupuesto.

El paciente necesita saber que tiene un «problema bucal». Necesita digerir esta información, junto con las opciones disponibles para solucionar dicho problema.

Si se les pide que tomen una decisión demasiado pronto, se sienten presionados. Están confundidos. Todavía no han tenido la oportunidad de «llegar a un acuerdo» con ese «problema bucal».

 

5- No tener un proceso

Si no tienes un proceso para la presentación de presupuestos, no tienes forma de saber qué funciona y qué no.

Simplemente estás haciendo las cosas de cualquier modo, y las tasas de aceptación de tus tratamientos serán por tanto,  aleatorias.

Eso no ayuda a tus pacientes a tomar buenas decisiones.

Si aún no tienes un proceso de presentación de presupuestos, prepáralo. Una vez que tengas dicho proceso, tienes algo que puedes medir, ajustar y refinar.

Así podrás saber lo que funciona y lo que no, de tu proceso de presentación de presupuestos.

 

6- No probar y medir

Esto va de la mano con el proceso.

Si mides y pruebas, puedes establecer qué funciona y qué no.

Si sigues un proceso, puedes realizar un seguimiento de la tasa de aceptación de tus presupuestos. Si modificas tu proceso, verás el impacto que tiene en la aceptación de tus pacientes.

Es tan simple como eso.

Así que comienza a probar y medir el proceso de aceptación de tus presupuestos, para que tus pacientes puedan beneficiarse de una buena salud bucodental en tu clínica dental.

 

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