En la Universidad cuando estudiamos Odontología, aprendemos cómo ser un gran dentista, pero no se nos enseña cómo gestionar y dirigir una clínica dental.

Cuando un dentista termina la carrera de Odontología, su gran deseo es montar su propia clínica dental. Y cuando ya la tienen montada, muchos dentistas descubren las complejidades y los fundamentos de la gestión de la clínica dental.

Por eso mismo, los dentistas de hoy en día propietarios de clínicas dentales, tienen dos opciones:

1- Los dentistas se formen también en gestión y dirección de clínicas dentales. Y que además, tengan tiempo para aplicar lo aprendido en su clínica dental.

2- Delegues la dirección y gestión de tu clínica dental a una empresa de consultoría dedicada a ello, con la que en unos meses obtendrás la gestión, organización y crecimiento de la misma.

Si eliges no seguir ninguna de estas dos opciones, tienes el riesgo de quedarte atrapado en la práctica dental típica de dentista ermitaño que era tan común hace unos años. Cuando eso suceda, serás como un hámster pedaleando cada vez más duro para obtener esos rendimientos cada vez menores de tu clínica dental.

 

 

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